Cuando decidimos incorporar a nuestro núcleo familiar un gato, debemos huir y evitar frases como "es que son muy suyos", "son muy ariscos", "no hacen caso", etc... Y es que debemos entender que no podemos comparar un perro con un gato. Es como querer buscar las similitudes entre un frigorífico y un microondas, que en el caso de estos electrodomésticos es solamente que comparten espacio en nuestra cocina, y en el caso de estas mascotas es solamente que comparten nuestras vidas.
También tenemos que tener en cuenta que el gato lleva relativamente poco tiempo domesticado ya que los primeros datos que tenemos de ellos como mascotas es en Egipto, mientras que el perro lleva desde la Prehistoria, por lo que hemos tenido una relación más larga y estrecha con este último y más tiempo para adaptarnos mutuamente. Pero no nos engañemos, a los que nos gustan los gatos les encontramos ese atractivo entre lo salvaje y lo doméstico que de por sí encierran.
Cuando el gatito llega a nuestro hogar, lo principal a tener en cuenta es la alimentación. Debemos no hacer caso de la creencia popular de que los gatos y los perros se crían con leche (normalmente para consumo humano, y de vaca), ya que ésta si no está maternizada especialmente para gatos, contiene lactosa, y los gatos y perros no tienen las enzimas apropiadas para digerir ese azúcar que es de cadena grande, por lo que generalmente les acaba ocasionando diarrea. Lo apropiado es adquirir una leche adaptada a gatitos, e ir proporcionándosela en distintas tomas a lo largo del día, como suplemento a la de la madre, ó si ésta no está. Si el animal ya ha cumplido las 3-4 semanas de vida, podemos ir haciendo la transición a pienso de alta calidad poco a poco, y mezclándolo y esponjándolo con esa leche, hasta que el animal ya coma por sí solo el pienso y ya seco.
Hay que hacer mención que se debe usar un pienso de alta gama, ya que las proteínas que utilizan para su elaboración son de una mejor calidad, y están mejor equilibrados y diseñados, por lo que a la larga no tendremos problemas renales, hepáticos, etc... Ahí también entrará en juego los gustos específicos de los gatos en general y en particular de nuestro ejemplar, que deberemos ir descubriendo, y ofrecerle siempre un alimento seco y de buena calidad, pero sin olvidar que sea de su agrado.
También es recomendable dosificar unos 2-5cm de malta 2 ó 3 veces a la semana bien directamente en la boca, ó bien sobre la pata ó el lomo para que el animal lo ingiera al lamerse, para prevenir las posibles bolas de pelo que se forman en el digestivo de estos felinos por estar continuamente acicalándose. Esta malta normalmente suele ser de olor y sabor agradable para ellos, y la podemos utilizar como premio en su aprendizaje. Debemos evitar proporcionar cualquier tipo de alimentación que no sea estrictamente su pienso para evitar el vagabundeo por la mesa a la hora de nuestras comidas pidiéndonos de comer, y para evitar también el robo de comida nuestra sobre mesas, encimeras, etc...
En cuanto al cuidado sanitario, debemos hacer una serie de visitas al veterinario. La primera consulta es a las 1,5 meses de vida, en la que haremos un examen coprológico de rutina al microscopio para valorar la presencia ó no de parásitos y/ó un crecimiento exacerbado de bacterias. Si todo sale normal hay que seguir una pauta de desparasitaciones rutinarias que serían 4 dosis en total separadas con un intervalo de tiempo entre ellas de 15 días. Y a partir de este momento una vez cada 3 meses durante toda la vida del animal.
La segunda consulta sería a los 3 meses de vida, en la que si desconocemos la procedencia del mismo ó incluso si sabemos a ciencia cierta que proviene de la calle, es recomendable y casi obligatorio realizarle al animal un test de Leucemia y de Inmunodeficiencia felinas, para así tener un control total del animal y saber su estado médico completo. Si dicho test nos sale negativo, y en esa misma segunda consulta, procederemos a vacunar al animal contra rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia felinas en una única vacuna trivalente, si el animal no va a salir al jardín ni va a tener contacto con otros gatos. Y adicionándole la vacuna contra la leucemia felina a esta trivalente, si sí va a salir al jardín y va a tener contacto con otros gatos.
La última consulta de cachorrito, es a los 4 meses, y en la que habría que revacunar con un recuerdo de la vacuna trivalente ó de la trivalente más la de leucemia, y ya vacunar de este mismo modo una vez al año como recordatorio.
La vacuna de la rabia en la comunidad de Madrid no es obligatorio aunque sí es muy recomendable, y más si vamos a viajar con el animal a otras Comunidades en las que sí es obligatorio ó incluso a otros países. Sin embargo el microchip sí es obligatorio colocarlo en estos animales para su identificación.
Otro punto importante a tener en cuenta sanitariamente, es el tema de los gatos y sus deposiciones. Son animales muy muy limpios, que requieren de un cajón que utilizan para miccionar y defecar, pero es esta limpieza extrema de tales animales que puede llegar a ser un arma de doble filo. A veces nos reclaman una mayor limpieza/reposición de esta arena, ó no les gusta el sustrato que hemos elegido para su cajón. Una buena opción que aúna ambos puntos son las arenas formuladas con bentonita, un tipo de material poroso que se compacta en forma de bola con los orines si colocamos una capa buena de un espesor considerable, por lo que podremos retirar dicha bola y seguir teniendo el resto de arena limpia. Las heces se desecan con estas arenas, por lo que procederemos igualmente a retirarlas a diario.
En relación a otros posibles accesorios, es casi obligatorio que el animal disponga de una cama en la que descansar y juguetes tipo pelotas, colgantes, objetos móviles, etc. que llamen la atención del animal y les sirvan para satisfacer el instinto de caza que tendrían en la naturaleza. Estos objetos los necesitarán durante toda su vida, ya que en cautividad jamás dejan de jugar debido a que no necesitan cazar para alimentarse, y en la naturaleza el juego de cachorros es un ensayo de la caza que deberán realizar de adultos para no morir de inanición.
Por último y otro aspecto bastante molesto para los dueños es el tema del rascado-arañado con las uñas por parte de los gatos sobre distintos objetos del mobiliario de nuestro hogar. El animal realiza este acto debido a que sus apéndices no dejan de crecer durante toda la vida, y necesitan desgastarlas para mantenerlas con una longitud adecuada y que no les molesten al caminar, correr, saltar, etc. Con esto, si el animal no sale al exterior, tendremos que proporcionar rascadores de cartón, de cuerda, etc, que imiten en cierta manera las conductas que el animal adquiriría en la Naturaleza, rascando árboles, cortezas, etc... También podemos ayudar a este mantenimiento ungueal, procediendo nosotros con un cortauñas apropiado a su corte periódico. Para este proceder tenemos que prestar especial atención en no cortar la raíz de la uña, que es la parte sonrosada que vemos, ya que está muy vascularizada y puede sangrar, problema que se resuelve con calma y haciendo presión con un bastoncillo impregnado en agua oxigenada.
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